MICOLOGÍA / Productos Silvestres MC
EL FASCINANTE MUNDO DE LAS SETAS
La península ibérica conjuga todos esos detalles que hacen que nos planteemos cuáles son los regalos que la naturaleza nos presenta a diario pidiéndonos únicamente respeto. Seguro que dicho respeto es el que ha colaborado a que se siga respirando ese aire que nos llena el pecho de tranquilidad mientras vemos pasar las estaciones. Por otra parte lo desconocido ha sido, en gran parte, lo que más ha sacudido los cajones de nuestras inquietudes y es lógico que nuestros antepasados se nos presenten en el quicio de nuestras conciencias para que la imaginación se distraiga flirteando con qué debieron pensar cuando en otoño, estación de tránsito, aparecían y desaparecían de forma mágica de entre el follaje, infinidad de anónimos inquilinos que presentaban diferentes formas, texturas, tamaños, olores y colores. Este regalo con que la naturaleza les obsequió incrementó su atención. Y así pudieron comprobar que todas las setas eran comestibles. Aunque algunas sólo se podían comer una vez por sus sustancias tóxicas y letales. Que otras, por el contrario, te transportaban y sacaban la mente del cuerpo. Pero que había unas últimas que constituían parte de la dieta y que en frecuentes casos poseían un valor culinario exquisito y, sin saberlo, propiedades que prevenían enfermedades.
Es por esto, y por otras muchas cuestiones, por lo que cada vez somos más los amantes de lo micológico que aprovechamos nuestro ocio para echarnos al bosque, cesta de mimbre en mano, y recolectamos parte de un sustento que está de moda en los fogones más prestigiosos del mundo. Sin olvidarnos de los guisos de nuestras abuelas y sus cucharas de palo.
España con su gran potencial micológico muestra una gran variedad de especies. Hacemos un repaso de las principales, tanto comestibles como toxicas, y recorremos los hábitats más comunes.
Y ya lo que nos queda es despertar todos nuestros sentidos y echarnos al bosque, cesta de mimbre en mano, mientras llenamos nuestros pechos con esa tranquilidad que nos regala a diario la naturaleza sin pedirnos nada a cambio. Tan sólo respeto.